19 agosto, 2009

Azcapotzalco, por aqui paso la historia. 1821 - 2009


Hace 188 años en Azcapotzalco consumamos la independencia de México.

Seguro has pasado o incluso vives por la Av. Encarnación Ortiz, ¿alguna vez te has preguntado quien es este ilustre personaje?, aquí te decimos de quien se trata y porque es un héroe en Azcapotzalco.

Como buen chintololo seguro sabes la historia de aquel 19 de agosto de 1821, sino es así aquí te dejamos la reseña:

Para el mes de agosto de 1821, la mayoría de las poblaciones del país estaban a favor del ejército Trigarante, conformado por las tropas de Guerrero e Iturbide. Prácticamente la situación estaba decidida y los realistas acabados. Tenían guarniciones en el castillo de San Juan de Ulúa, posición militar que perderían hasta 1825, y sería su base para los intentos de reconquista. Su otra posición importante era la capital de la moribunda Nueva España. La fuerzas de los trigarantes estaban decididas a acabar con la resistencia que encontraran en su camino a ocupar la Ciudad de México.

Agustín de Iturbide estaba entrevistándose con Juan O’Donojú en Córdoba, así que no asistió a los combates, dejando a Anastasio Bustamante y a Nicolás Acosta la responsabilidad de derrotar a las guarniciones realistas de Clavería y de Tacuba. Todos los preparativos estaban listos para la batalla del 19 de agosto de 1821, pues los insurgentes habían acantanado en Santa Mónica, la Hacienda de Cristo y de Careaga, hoy El Rosario. El primer paso lo dio Acosta dirigiéndose a Azcapotzalco, seguido por el resto de los insurgentes para generalizar una reyerta en Tacuba.

El general realista Manuel Concha escuchó desde Tacubaya los disparos y envió refuerzos a Tacuba. Sus hombres atacaron a los insurgentes, obligándolos a retirarse a su campamento en El Rosario, pero al ver que se dirigía a una trampa decidió mover la batalla a Azcapotzalco y las fuerzas realistas se fortificaron en la parroquia del sitio. Las tropas realistas habían colocado un cañón en el atrio para desbaratar los ataques insurgentes. Al principio las intentonas rebeldes fueron infructuosas, pero cada momento se volvían más fieras. Con cada baja crecían los odios de siglos entre dominados y dominadores.

Con el fin de responder a la pieza de artillería realista, Bustamante ordenó el traslado de un cañón de asedio a la parroquia y para poder atacar mejor a los acantonados. Pero la medida no dio resultado, dejando sólo la posibilidad de la retirada a altas horas de la noche. Y así se haría, pero antes se intentó rescatar el cañón insurgente que se había atascado en el lodo por las intensas lluvias. En una valiente acción, el soldado Encarnación Ortiz, mejor conocido como El Pachón, hizo un extraordinario esfuerzo pero cayó abatido por las balas realistas. El acto provocó una furiosa reacción de los insurgentes, quienes asaltaron el atrio y obligaron a los realistas a huir a Popotla. Durante el siguiente mes los insurgentes avanzaron poco a poco hacía San Jacinto, pero no fue necesario hacer una matanza general de realistas pues el 27 de septiembre de 1821 se consumó pacíficamente la Independencia al convencer Juan O’Donojú al general Francisco Novella de la inutilidad de sus esfuerzos; más aún que el virrey ya había firmado los Tratados de Córdoba el 24 de agosto de 1821.

Para los mexicanos comenzó la dolorosa lección histórica de construir y gobernar una nación libre, labor que al parecer todavía se prosigue, pero también debemos continuar un trabajo que se inició mucho antes de 1821.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Información tomada de http://www.ciudadnorte.info/223/las-ultimas-rafagas-de-fuego/index.html